“Tan sólo observar y fotografiar, no hay más. La belleza únicamente existe cuando hay alguien que la encuentra, alguien que la siente.”
Una pequeña historia
Inmersos en el ambiente de la fotografía japonesa, donde lo habitual es pertenecer a un grupo, Jun Shiraoka (1944-2016) y Yamamoto Masao (1957) se dedicaron a explorar cada uno su propio territorio. Así, sin tan siquiera proponérselo, ambos se convirtieron en almas solitarias. Fueron desarrollando su actividad preferentemente fuera de Japón. La casualidad les llevó a encontrarse en la exposición colectiva de una galería italiana o, incluso, de vez en cuando, en los pasillos de algún aeropuerto. Yamamoto sentía que estaba predestinado a mantener una relación con Shiraoka. Le atraía la nobleza transmitida por las obras de Shiraoka; obras muy racionales, pero, al mismo tiempo, rebosantes de emoción.
Un día del año 1993, Yamamoto recibió una carta. El remitente era Yukio Oyama (1963). En una ocasión Yamamoto había sido invitado como profesor especial en una escuela de fotografía. Oyama estaba presente como alumno, cuyas obras Yamamoto comentó durante la clase. Oyama encontró en Yamamoto algo cercano al camino por el cual él mismo intentaba avanzar. A partir de ese momento, han sido frecuentes los encuentros de ambos fotógrafos, mediante los que Oyama ha venido perfeccionando su arte fotográfico.
En el año 2000 se organizó una exposición individual de Yamamoto en Aoyama, Tokio. Después de ver esta exposición, Akiko Kimura (1971) escribió a Yamamoto. Fue el comienzo de una larga amistad entre dos personas con sensibilidades muy próximas. Resulta que Kimura, antes de conocer a Yamamoto, había quedado deslumbrada por la obra de Shiraoka.
En el año 2014, Munemasa Takahashi (1980) se encontraba en Deagu (Corea) como fotógrafo invitado en la Bienal de Fotografía. Allí coincidió con Yamamoto, que era otro de los invitados. Aunque Takahashi ya se había dado a conocer internacionalmente con un proyecto relacionado con el gran terremoto de 2011, se encontraba en una encrucijada que le obligaba a elegir qué camino tomar, qué nuevas obras crear y cómo ganarse la vida como fotógrafo. Precisamente era algo que Yamamoto había conseguido, esto es, ganarse la vida vendiendo sus obras. Por esa razón Takahashi se acercó a él fascinado.
Yu Yamauchi (1977) e Ittetsu Matsuoka (1978) eran fotógrafos amigos de Takahashi, ya reconocidos y muy activos en Japón. Compartían una inquietud: deseaban crear una obra más profunda, pero no encontraban quien la apreciara. Sentían frustración por la falta de apoyo del público japonés a la creación artística. Para conocer la experiencia de Yamamoto, fotógrafo con aceptación en el mercado internacional, comenzaron a visitarle en su estudio, a los pies de las montañas Yatsugatake.
Aquella predestinación sentida por Yamamoto hacia Shiraoka resultó ser cierta. El matrimonio formado por Shiraoka y Eri Makita (1968) se mudó a vivir a una nueva casa en las montañas Yatsugatake, convirtiéndose casi en vecinos de Yamamoto. Muy poco después Shiraoka falleció. Era el año 2016.
A su vez, el encuentro con estos jóvenes fotógrafos aportó a Yamamoto un nuevo aire, fresco y estimulante. Dado que desde el principio había expuesto casi exclusivamente fuera de Japón, su contacto con el ambiente de la fotografía artística japonesa había sido escaso hasta aquel momento.
Después del fallecimiento de su esposo, Makita se ha convertido en la heredera de la filosofía de Shiraoka. Es de esperar que también ella abra nuevos horizontes y desarrolle su propio estilo artístico.
El más joven del grupo es Ikumo Motosugi (1987), quien estos últimos años ayuda muy de cerca a Yamamoto en su producción artística, al mismo tiempo que se encuentra en plena búsqueda de su propio estilo.
En el año 2019 ocurrió un hecho relevante, se organizaron dos exposiciones de Shiraoka en España, una en la galería Spectrum Sotos de Zaragoza y otra en la Casa de la Imagen de Logroño. En vida de Shiraoka sus obras ya habían sido expuestas en la galería de Zaragoza y en otros lugares de España. La elegancia de su blanco y negro cuenta con muchos adeptos entre el público español. Estamos convencidos de ello.
Estos ocho fotógrafos no forman ninguna agrupación, ni ninguna escuela. Simplemente, los une de manera natural pero inevitable un fino hilo de sensibilidad compartida. Su unión es laxa, entre ellos hay un espacio; un espacio que los une y los separa.
Desearíamos mostrar el camino recorrido por la sensibilidad estética de estos nueve fotógrafos japoneses de diferentes generaciones, nacidos entre los años 40 y los años 80 del siglo XX. Creemos que ellos “serán infieles” -claro que en el buen sentido- a la idea que de la fotografía japonesa se ha venido formando entre el público europeo. pdf
Yamamoto Reiko
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「ただ見る、ただ撮り続ける、美は見て感じることによってのみ存在する」
蒔田恵理、山本昌男、木村朗子、山内悠、松岡一哲、高橋宗正、大山友輝朗、本杉郁雲
徒党を組むのが何かと慣例になっている日本の写真界にあって、白岡順(1944-2016)と山本昌男(1957)は、それぞれの場所で自分の領域を開拓していた。(好んだわけではないだろうが結果として二人は孤高であったかもしれない)二人は日本国内よりもむしろ海外に軸足を置いた作家活動を続けてきた。ある時は空港で、またある時はイタリアの美術館でのグループ展で、両者は偶然に出会うことがあった。そして山本は白岡に対して何か運命的なもの、また彼の作品については、その理性的でありながら感情が染み出すような凛々しい画面に引かれるものを感じていた。
1993年、山本は1枚のはがきをもらう。差出人は大山友輝朗。山本がワンポイント講師として出向いた写真専門学校で生徒として在籍していた大山の作品を山本が講評したことで、大山は自分の向いている方向に近いものを山本に感じた。その後、度々の交流によって大山は自身の作品精度を高めていく。
2000年、青山のspiralで山本の個展が開催された、木村朗子がこの展示を見て感じるところがあり山本に手紙を出した。それから共通する感性を持つもの同士の長年の交流が始まる。また木村(1971)は山本作品に出会う以前に白岡作品にも衝撃を受けていた。
2014年、高橋宗正(1980)は韓国大邱写真ビエンナーレに招待されていた。そこで同じく招待された山本と出会う。高橋は2011年の震災をテーマにしたプロジェクトで世界にデビューをしていたが、その先の作品をどうするか、また写真を撮りながら、どうやって生きていくかを模索していた。そこで、写真作品の販売のみで生きている山本に興味が湧き接近した
高橋の友人である、山内悠(1977)と松岡一哲(1978)も、国内で注目を浴び活躍はしていたが、もっと突き詰めた作品作りがしたい、でも、そういった作品を認めてくれる場がない、という共通のジレンマを抱えていた。日本国内では芸術に対する関心度が低いことが彼らを苦しめていた。 海外の市場に受け入れられている山本の話を聞きに、彼らは八ヶ岳の山本スタジオに集まってきた。デビューから海外での活動だったため、国内には親しい写真関係者が少ない山本にとって、若き写真家たちは新鮮な刺激を与えてくれた。
山本が白岡に感じた運命的な何か、は、やはり的中し、白岡、蒔田(1968)夫妻は、2016年に八ヶ岳に自宅を構え引っ越してきた。と同時に白岡は亡き人となった。
蒔田恵理は“白岡哲学”の継承者であると同時に、また白岡亡き今、彼女独自の新たな世界が展開され、主にヨーロッパにて評価が高まりつつある。
特筆すべきは、2019年は白岡順の展示が2箇所(サラゴサの画廊Spectrum Sotos, ログローニョの画廊Casa de la Imagen)で開催されている。白岡の作品は、彼の生前にもすでにSpectrumをはじめスペイン各地で展示されたことがあった。あの気品の黒と白がスペインの方々の共感を既に呼んでいたことを確信した。
ここ数年、山本の作品制作を身近で支えながら、本人も独自の世界を模索しているのが、メンバーの中で一番若い本杉郁雲である。
この8名は、群れるのではなく、自然と必然と、感覚の糸によって、遠くゆるく繋がっている。 40年代〜80年代生まれの8名の日本の写真家の世代を超えた美意識を提示したい。これは今までヨーロッパの方々によって定義づけられた「日本写真」を、良い意味で裏切る作家たちであると信じている。pdf
山本玲子